¿Desconectados con nuestro cuerpo?

¿Desconectados con nuestro cuerpo?

¿Desconectados con nuestro cuerpo?

En el trascurso de nuestra vida, nos han tocado momentos, en los cuales llegamos a rechazar nuestro propio cuerpo; llenamos nuestra mente con falsos modelos de “cuerpos ideales”  que nos ofrece el internet o nos basamos en los comentarios de los seres que nos rodea; es tanto el daño psicológico que existen momentos donde odiamos y detestamos nuestro propio cuerpo, con un pensar errante siempre buscamos quejas y comentarios negativos acerca de nosotros mismos  “que nariz más fea tengo, cada día estoy más gorda, cuantas veces nos hemos dicho a nosotros mismos como quisiera tener esas piernas, ese trasero, o ese abdomen; son esas ideas que giran en nuestra mente, que solo nos hieren y ocasionan daños.

En una época donde conectamos nuestra vida a cualquier red social, o actividades donde no podemos pensar en nosotros mismos; es de vital importancia romper estas conexiones y conectarnos con lo más importante que tenemos que somos nosotros mismos, es tiempo de aprender a oír nuestro organismo.    

 

 

¿Cómo ocurre la desconexión con nuestro cuerpo?    

La innovación tecnológica ha establecido nuevas formas de relacionarnos. Prevalece la comunicación virtual sobre la conversación cara a cara. Pero, sin duda, lo que más hemos ignorado es escucharnos a nosotros mismos. Porque escuchando al cuerpo podemos entender muchas cosas que nos ocurren.

Comenzando el siglo XXI los individuos han perdido la conexión con ellas mismas. Las preocupaciones de la vida diaria, el desempeño laboral, el cumplir con el rol de padres, profesionales, hijos, desplaza nuestra atención a lo que pasa fuera de nosotros pero sigue sin escucharse al cuerpo hasta que aparece una enfermedad.

Las personas que asumen muchas responsabilidades desconocen diariamente las señales que les manda su cuerpo cuando está incubando una enfermedad. No prestan atención a los síntomas que experimenta el cuerpo. En otras ocasiones, la persona acude a distintos médicos en busca de una cura inmediata sin resultados. De un especialista a otro sin causa física conocida para su malestar. Hasta que un médico lo deriva al psicólogo.

Muchas personas se sorprenden ante tal derivación. La etapa en la cual la medicina desconocía el componente psicológico en la manifestación de síntomas va poco a poco quedando atrás. Y es que el cuerpo grita lo que la mente calla. Escuchando al cuerpo se evitarían muchos de los problemas que tenemos y seríamos capaces incluso de prevenir enfermedades.

 

Además de la falta de oír a nuestro cuerpo, aparecen otras causas que vivimos en nuestros días a día partiendo de la parte psicología de la falta de aceptación de nuestra apariencia física siempre buscamos parecernos a alguien más para así encontrar una aceptación grupal, basándonos en estándares de belleza queremos obligar nuestro cuerpo al cambio sin antes darnos cuenta que estamos haciendo mal, la mayoría buscan cambios rápidos a través de cirugías plásticas, recurriendo a pastillas, inyecciones, dietas estrictas o largas rutinas de ejercicios todo esto ignorando lo que grita nuestro cuerpo.

 

¿Cómo podemos volver a conectarnos con el yo interior?

Aprendamos a oírnos para así vivir en completa armonía de la forma más saludable llegando a un estado de felicidad ya que al entender el cuerpo no solo permite conocer sus necesidades sino que abre la puerta a un espacio interno en el que es posible hallarse a uno mismo.

Nuestro cuerpo posee secretos que nos ayudan a estar presentes en la vida, a pasar por ella dejando las huellas de un camino en el que se encuentran la salud, el sosiego, la libertad de movimientos y, en definitiva, la capacidad de vivir y de amar. Para descubrirlos y conocerlos es necesario establecer un diálogo con el cuerpo.

Algunas recomendaciones para tener una buena conexión con nuestro ser seria:

 

  • Acéptalo es la clave, debemos de aprender a aceptar nuestro cuerpo, respetándolo, no agrediendonos cada vez que veas algo en él que no te gusta, nuestro cuerpo es único, especial, noble debemos de mira siempre hasta donde nos ha llevado aún sabiendo lo mal que te portas con el.
  • Nutrelo con consciencia, dale lo que necesita de calidad, cantidad cuando te lo pida.
  • Se compasivo y Respétalo, no lo ofendas, mirate al espejo y dile cosas bonitas, dale el valor que necesita, no sigas autoflagelandolo, y  tratandolo como lo peor.
  • Obsérvalo y Siéntelo, siempre trata de escuharlo  que necesita en ese momento.
  • Amalo y sobretodo haz las paces con tu cuerpo. Atrévete a mejorar esa relación contigo mismo.
  • Agradécele mira como el se ha comportado,  dale las gracias, es de lo más preciado que tienes, nada más que como ha estado ahí contigo siempre, crees que puedes hacer con él lo que quieras.
  • Cuidalo, dejalo que permita descansar el no hacer nada es valido.

 

 

Y verás que después de aplicarlo y tener consciencia plena de todo lo anterior expuesto, obtendras los resultados que tanto anhelas, lo más hermoso encontrarás la mejor conexión de todas aprenderás a amarte, y escucharte esto te hará cada vez más feliz.

 

Me di cuenta cuando realizaba yoga lo desconectada que estaba, y cuando presentaba sintomas y no le paraba. Hoy me siento conectada en cuerpo, mente y espíritu

Te invito a conectar nuevamente..

 

¡Gracias por leerme!

 

Nos vemos en el próximo artículo.